Sevilla, caracterizada principalmente por su rico pasado y patrimonio histórico, cuenta con uno de los cascos antiguos más grandes de Europa y una riqueza monumental extraordinaria. Después de unos años de parón arquitectónico tras el revulsivo que supuso la Exposición Universal de 1992 (Expo'92) y conscientes de que la riqueza patrimonial y el turismo de corte histórico no debe ser algo excluyente, se consideró oportuno otorgar a la ciudad de una puesta a punto llevando a cabo actuaciones arquitectónicas de alto nivel, contando para ello con arquitectos de primera fila tanto nacionales como internacionales.
Historia
El germen de este proyecto data de 1999, cuando varias multinacionales extranjeras así como las dos Cajas de Ahorro sevillanas pusieron sobre la mesa un plan de actuación en la Isla de la Cartuja que consistía en integrar este antiguo recinto de la Exposición Universal en la ciudad creando dotaciones de usos terciarios, comerciales y de ocio y contando con un proyecto realizado por el arquitecto español Ricardo Bofill Levi cuyo principal icono era una torre de vidrio y acero de 80 metros de altura. El proyecto no contó con la aprobación de la Junta de Andalucía, la cual veía excesivo el número total de metros cuadrados construidos y tras un cambio en el gobierno municipal y la salida de empresas extranjeras, el proyecto del arquitecto catalán quedó en el olvido.Con el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) aprobado en 2006 la ciudad se encuentra ante grandes cambios arquitectónicos. En Puerto Triana, se quiso dejar constancia de este hecho invitando a cinco grandes estudios internacionales para competir en un concurso de ideas, el principal requisito era que el edificio debía ser un nuevo icono para la ciudad y preferiblemente debía agrupar la edificabilidad en un solo volumen en altura.
Los cinco estudios de arquitectura que presentaron proyectos fueron: Pelli Clarke Pelli, del arquitecto argentino César Pelli que resultó ganador del concurso con su torre de 180 m; Arquitectónica, del peruano Bernardo Fort-Brescia que fue finalista con una torre plana de 216 m; FOA-Zaera del español Alejandro Zaera que fue tercero con una torre de cerámica de 187 m y los estudios del japonés Arata Isozaki y los franceses Valode & Priste que no pasaron el primer corte con sendas torres de 225 y 120 metros respectivamente.
Este proyecto se enmarca dentro de un conjunto de actuaciones en el que el nuevo PGOU plantea y posibilita dotar a la ciudad de nuevos edificios en altura con una particularidad, ya que mientras el modelo anglosajón agrupa estas torres en un punto, en el caso sevillano irían situadas en las 4 entradas de la ciudad. Puerto Triana sería así, el primero de estos nuevos edificios verticales que funcionarían a modo de simbólicas puertas de entrada a la ciudad.
Como curiosidad cabe destacar que otras actuaciones en altura están contempladas en las zonas de los antiguos terrenos de Cruzcampo (con una torre de hasta 70m), Hytasal (con tres torres de hasta 100m) o Santa Justa (con una torre de unos 80m). San Jerónimo, Buen Aire son otras opciones que pueden albergar este tipo de edificios. Con el nuevo PGOU la ciudad colmatará el 90% de su término municipal.
Diseño y construcción
La torre está diseñada por el arquitecto argentino César Pelli y estará concluida en 2013. Con 40 pisos, y de estructura mayoritariamente de hormigón y vidrio, evocará una gran antorcha iluminada en la noche. Pelli utilizó un diseño elíptico en su planta situando el lado más angosto y delgado frente al eterno símbolo de la ciudad: La Giralda, torre islámica con remate renacentista, y tendrá un tamaño gradualmente decreciente a medida que gana altura.La torre se situará sobre un área de 2700 aparcamientos subterráneos y en la superficie se encontrará flanqueada por dos edificios comerciales de 3 y 4 plantas con formas ondulantes que albergarán oficinas en los pisos superiores y cuya cubierta será vegetal para aislarlos del fuertec alor del verano, los edificios estarán enfrentados entre sí formando una típica "calle sevillana" en el centro y dos plazas en los extremos con veladores en una de ellas y la torre en otra.
En su interior la torre albergará oficinas a lo largo de sus 40 plantas, las cuales se estimaba originalmente que podrían estar ocupadas en 1/3 por la propia Caja de ahorros Cajasol (formada por El Monte y Caja San Fernando), pero que tras la integración de esta Caja en Banca Cívica ha quedado en el aire. En la cúspide se encontrará un restaurante mirador y un jardín de invierno abiertos al público y con entrada directa desde la plaza.
Al pie de la torre se encontrarán las zonas comerciales y las plazas anteriormente nombradas.
Arquitectura sostenible
Una de las premisas de los promotores del proyecto de Puerto Triana a la hora de decidirse por un ganador era que el edificio que finalmente se erigiera en la zona debeía cumplir unos estrictos requisitos de sostenibilidad y por tanto, respetar escrupulosamente las últimas normas al respecto de la Normativa Europea de Edificación. De esta forma, una vez seleccionado el proyecto de César Pelli, por ello, el edificio de César Pelli está catalogado con el grado A (máxima distinción disponible en eficiencia energética) dentro de dicha normativa europea, siendo los siguientes algunos de los aspectos más destacables:- Cubiertas ajardinadas: Las cubiertas de las zonas comerciales serán transitables y estarán ajardinadas, este ajardinamiento servirá de aislante térmico natural para las plantas inferiores de dicho espacio. Así mismo en la última planta de la torre se instalará un jardín en altura con árboles y espacios libres que permitirán disfrutar de las vistas de la ciudad.
- Reutilización de aguas: El complejo cuenta con pozos de tormenta que recolectarán agua de lluvia que servirán para la limpieza y el mantenimiento exterior tanto del edificio en sí como de los jardines que cubren la cubierta de los edificios podio.
- Placas solares: Tanto la cubierta de los edificios comerciales como de la torre en sí, albergarán placas fotovoltáicas que aportaran energía para parcialmente abastecer durante el día las necesidades energéticas de todo el complejo.
- Ascensores rápidos de bajo consumo.
- Uso de la cerámica como aislante térmico.
Todos estos esfuerzos llevaron al estudio del arquitecto argentino a alcanzar el mayor reconocimiento mundial en esta disciplina al recibir el primer Premio Internacional de Arquitectura Sostenible en el año 2009