En contra del proyecto se sitúan algunas opiniones que consideran que su construcción supondrá un atentado contra el paisaje histórico de Sevilla, insistiendo en que su finalización podría conllevar con la inclusión de los monumentos sevillanos Patrimonio de la humanidad en la lista de patrimonio en peligro y que a su vez puede poner en riesgo una eventual catalogación de otros monumentos y sitios de la capital hispalense (como la Catedral, los Reales Alcázares de Sevilla o el Archivo de Indias). Esa supuesta amenaza fue recogida por la UNESCO en algunas sus últimas citas
Debido a la insistencia de este colectivo de incluir a Sevilla en la lista de bienes Patrimonio de la Humanidad en Peligro, en la 33ª Reunión del Comité del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO celebrada en la propia capital andaluza en junio de 2009, se incluye el asunto de la torre en el orden del día, pero el organismo se limita a recordar a España que se incumplió parte de la normativa al no haber informado sobre su construcción, a la par que pide parar las obras [4]. El 29 de junio de 2010, un grupo de representantes de Icomos visitó las obras de la torre para comprobar que la construcción no había parado, obviando las recomendaciones de la UNESCO, lo cual, según palabras de Víctor Fernández Salinas, vicesecretario de Icomos-España se traduciría en que <<...Un escenario realista es que Sevilla entre, tras la reunión de Brasilia en la lista de ciudades con Patrimonio en peligro. Y podría ocurrir que, en el peor de los casos, expulsaran a Sevilla...>>hipótesis que finalmente no llegó a ocurrir ni en la cita de Brasilia en 2010, ni en la última de París que tuvo lugar entre los días 19 y 29 de julio de 2011 [6], donde el organismo se limitó a pedir un nuevo informe sobre el "desarrollo de las obras" de la polémica torre y del "estado de conservación" de los tres bienes que eventualmente pudieran verse afectados.
A FAVOR
A favor se encuentran otros colectivos de ciudadanos que apoyan decididamente la construcción de la Torre, como es el caso de Sevilla21 [7] o de la asociación sevilla se mueve [8]. Esta posición encuentra defensores de vital importancia incluso dentro de Icomos (organismo impulsor del informe contra el proyecto y que solicita la inclusión de Sevilla en la lista de ciudades con patrimonio en patrimonio en peligro), este es el caso del reconocido urbanista francés George Zouain, ex director de Patrimonio Mundial de la UNESCO, que llegó a Sevilla para estudiar el caso, y que concluyó afirmando que <<...el impacto de la torre será positivo, pues su conclusión tiene que ver con su ubicación, a extramuros del casco antiguo, al otro lado del río y en el extremo sur de Cartuja 93, en los terrenos de la Expo. Un espacio dedicado a la misma actividad terciaria que tendrá la torre de Cajasol, oficinas y comercio...>> [9]. Por ello, algunos opinan que este edificio está llamado a ser uno de los nuevos emblema de la Sevilla contemporánea y que en absoluto tiene por qué ser incompatible con la imagen y esencia de una ciudad histórica y patrimonial como esta.